lunes, junio 04, 2007

Diabulus in Música__ Espido Freire



- Es curioso. Al menos a mí me resulta curioso. ¿A qué le tienes miedo? -me dijo, acariciándome el pelo.
Yo cerré los ojos. A Balder, pensé. Al que nunca duerme.
- A lo que no veo -intenté explicar-. A la sanguijuela que vive en mi estómago, que lo araña a veces y me causa tanta angustia, tanto dolor... Puede masticarse. Sabe a barro, a sangre, al agua de mar que alguna vez he tragado al nadar; y amarga dentro.
Tengo miedo a quedarme sola, porque sé que sola nada puedo hacer contra el pánico. Pero cuando estoy con alguien, nunca soy yo. Nunca digo lo que siento, lo que realmente me quema. Huirían. Creerían que estoy loca.
Enferma. Resulta ya duro que rechacen a quien no soy, a la coraza que me protege. No resistiría que huyeran de quien realmente soy
-me hubiera gustado llorar. Hubiera sido lo propio llorar, pero sólo sentía una desazonadora aridez en los ojos, como si en lugar de a la verdad los hubiera expuesto demasiado tiempo al sol.
- Tienes miedo a lo invisible -dijo él- porque ni siquiera te detienes a fijarte en lo visible.
Frente a eso sí deberías temer. Lo que llevas dentro, sea sangre, sean monstruos, eres tú.
Son tuyos. No te harán daño. Te acosan, te mantienen viva.
Así cierras los ojos a la realidad que se te echa encima cuando despiertas por la mañana y compruebas que has de continuar.

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Un Saludo desde Aquí a la Distancia